Elysia viridis, una babosa autotrofosa
En la escuela aprendimos que hay solamente dos reinos de los seres vivos: animales y plantas. Mientras que los primeros -los heterótrofos - para sobrevivir necesitan comer a otros seres vivos, las segundas - los autótrofos -tienen que fabricar su sustento ellas mismas a partir de la luz solar, dióxido de carbono y agua. Los animales son incapaz de hacer esto y consiguientemente deben comer a otros seres vivos para proveerse de nutrientes
Sin embargo en los últimos tiempos se encontraron cada vez más indicios que la vida sea más variada y no se deje tan fácilmente dividir en las 2 únicas categorías llamadas botánica y zoología. La doctrina que los animales no tengan fotosíntesis fue refutada por unas babosas de poca apariencia. La más famosa de ellas es sin duda la Elysia Viridis (Montagu, 1804), una babosa de mar, verde como indica su nombre. Su hábitat es el atlántico norte y el mediterráneo, aunque también fue hallada en la China. Normalmente come algas, sobre todo del tipo Clodium. Lo que llama la atención es que no digiere los cloroplastos que son los responsables de la fotosíntesis de las algas, sino al contrario, en el aparato digestivo los separa del resto de la comida y los transporta por unos diminutos canales hacia la zona subcutánea. Una vez llegados a su destina siguen con su trabajo, es decir convertir 6 CO2 y 12 H2O con la ayuda de la luz solar en hidratos de carbono llenos de energía. Con tal que estas babosas se independizan del ciclo alimenticio. Si tienen hambre, se van a aguas pocas profundas a tomar el sol para fabricar unos deleitosos azucares.
Editado: 03 Sep, 2023